Aunque la tendencia en decoración desde hace unos años es pintar de blanco o tonos neutros nuestras paredes, el papel pintado sigue siendo una alternativa muy a tener en cuenta porque el resultado suele ser de esos que te hacen soltar un ¡guau!.
Puede que haya algunas razones por las que quizás sientes que el papel pintado no es para tí: 1) el papel pintado es sinónimo de diseño viejuno 2) el precio, que se eleva bastante con respecto a la pintura y 3) lo difícil que parece poder colocarlo bien, sin burbujas y recto.
Pero no tiene por qué ser necesariamente así.
Los catálogos que tienen siempre los mismos patrones y de los estampados clásicos han pasado a la historia para dar paso a infinidad de posibilidades en las que estoy segura que puedes encontrar uno que te haga tilín: botánicos, geométricos, ilustraciones…
Si tu presupuesto es ajustado, ten en cuenta que no es necesario empapelar toda una habitación, sólo con hacerlo en un frontal parecerá una estancia totalmente nueva.
Pero ¿qué hay de colocar el papel?
Te damos a continuación una serie de recomendaciones para que pierdas el miedo a empapelar con papel pintado. Si buscas una guía completa paso a paso y para todo tipo de paredes te recomendamos ésta de la tienda online Papeles de los 70.
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Empapelar una pared con papel pintado en tres pasos.
1) Prepara todos los materiales lo que necesitas antes de empezar.
Mi recomendación es que tengas todo el equipo que necesitas ya preparado de antemano. Ahorrarás tiempo y evitará que te estreses si surge un imprevisto: una bolsa o arruga en el papel, tener que cortar una esquina antes de que seque…
Necesitarás un un cepillo para encolar si el papel no es autoadhesivo, un paño para alisar (mejor de algodón y que no suelte pelusas), cúter, regla y una escalera para llegar cómodamente a las partes altas.
Si además despejas una mesa o superficie para que puedas encolar el papel te facilitará el trabajo.
2) Deja lista la pared para el papel pintado.
Tendrás que hacer un poco de trabajo previo preparando la pared para empapelar en el caso de que tengas un papel anterior o gotelé.
- Si tienes un papel anterior tendrás que quitarlo primero con espátula, para que cuando pongas el nuevo no se levante.
- En el caso del gotelé, entonces es más complicado ya que tendrás que quitarlo o cubrirlo para que quede la pared lisa.
- Si tienes una pared pintada pasa una lija por aquellas zonas si las tuvieras que tengan gotas de pintura, masilla o similares.
- Por último y opcional puedes pasarle un paño seco para limpiar posible polvo o suciedad.
3) Colocar el papel pintado.
Antes de empezar a encolar es muy recomendable medir y cortar todos los pliegos que vayas a utilizar. Si es el estampado tiene un patrón fíjate que el corte lo continúe.
Parecerá que vas muy despacio de esta manera, al final ahorrarás un montón de tiempo.
- Empieza a pegarlo por la zona de arriba de la pared y alisa a medida que vas pegando poco a poco hacia abajo. De esta manera evitarás burbujas o arrugas.
- Cuando vayas a colocar el segundo pliego no montes uno encima del otro, sino que pégalos lo más juntos posible sin solaparlos. Pasa el paño para dejarlo totalmente liso y que no se levanten ni laterales ni esquinas.
- Utiliza la regla y el cúter para cortar las zonas cercanas a marcos de puerta, radiadores, ventanas lo más ajustadas posibles.
¡Hasta aquí nuestros consejos! Esperamos que estos pequeños trucos os ayuden si os decidís a apostar por el papel pintado en alguna habitación.
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